Lo prometido es deuda y después de dos meses de vacaciones retomo la pluma y me pongo manos a la obra. Muchas cosas que contar pero no tengo palabras suficientes para describir todo lo que ha ocurrido este verano. Como ya os conté, hice la maleta para irme a estudiar un mes a Irlanda, "estudiar" no es la palabra correcta, más bien a practicar mi espantoso inglés y a hacer turismo.Una increíble experiencia con la que se podría escribir un libro, o dos, ya que ni las aventuras de Julio Verne pueden superar las que yo he vivido en Irlanda. Pero, sin duda, lo más maravilloso que me llevo de Irlanda, sin tener en cuenta a mis compañeros, es su paisaje y su historia. No me extraña que este país sea la cuna de muchos grandes escritores, solo con ver los parques de Dublín, los increíbles edificios georgianos, sus calles, los pubs y ese ambiente invadido por la música y la cultura. Un lugar mágico, y es que no existe ningún otro adjetivo que lo describa mejor. Así que ya sabéis, si no tenéis ni idea de a donde viajar elegir Eire.
Y si en Dublín no tuve tiempo de leer, no paraba de hacerlo en la costa murciana. Que mejor que un buen libro en una playa, que os prometo que puede ser lo más parecido al Caribe que tenemos en España. Pues después de vaciar la biblioteca me toca hacer unas cuantas reseñas atrasadas, y he de decir que uno de los mejores libros que he leído este verano es "Habitaciones cerradas" de Care Santos.
Así que teniendo en cuenta mi depresión postvacacional, porque mañana empiezo las clases, intentaré contaros todo sobre libros, escritores, eventos y más cositas.
