¿ No es el sueño de cualquier historiador poder hacer un viaje al pasado? Pues esto mismo es lo que ocurre a Marta, una joven historiadora que termina siendo viajera del tiempo. Un proyecto ambicioso, en el que un multimillonario ha invertido su fortuna familiar. Su objetivo será viajar a través del tiempo y el espacio con la ayuda de los mejores expertos en diferentes áreas: ingenieros, historiadores, lingüistas, físicos... Todo, para poder descubrir de primera mano la cultura, vida y misterios de las civilizaciones antiguas. Sólo hay un norma: los viajeros del tiempo no podrán cambiar, bajo ningún concepto, el rumbo de la historia.
Cuando Marta llega a la Alejandría del siglo IV de nuestra era, no podrá imaginar que no es tan fácil diferenciar el presente y el pasado cuando los sentimientos guían sus acciones. La historiadora tiene que hacerse pasar por un joven estudiante e integrarse en las lecciones de la famosa Hipatia de Alejandría, hija de Teón.
Al mismo tiempo, Alejandría está sufriendo la subida al poder de la iglesia a manos del implacable Cirilo. Las trifulcas con los paganos y judíos, los enfrentamientos y mentiras acosan a la ciudad de los filósofos más que nunca.
El amor estará presente en esta novela más que nunca ya que, por amor puede que el rumbo de la historia cambie, que lo que está escrito se borre para siempre.
Opinión:
Siento decirlo, pero esta novela me ha decepcionado bastante. Me parece que hay partes de la historia que se repiten mucho, como la descripción de los sentimientos. Tengo que confesar que me costó cinco capítulos enterarme de lo que iba la historia. Además, al principio la novela transcurre muy lentamente y el final, en mi opinión, es muy precipitado. A pesar de todo, me ha gustado el marco histórico que ha empleado Eduardo Vaquerizo para narrar la historia, me ha recordado muchísimo a la película de Ágora, que me encantó.
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