Manuel Nonidez nos cuenta dos historias separadas por varios siglos pero que están más unidas de lo que parece. Por un lado, un peregrino de siglo XIV nos cuenta como y porque debe de ir a Compostela. Tiene que entregar un encargo después de haber hecho el camino de Santiago y en el caso de que no cumpla su cometido matarán a su padre.
Mientras, en el en el siglo XXI Kenya y Roberto,dos adolescentes aventureros, viven una experiencia traumática. Anhelando descubrir nuevos lugares a las afueras de su pequeño pueblo, en la provincia de Huesca, se adentran por unas ruinas en las que no encuentran nada de interés excepto algo que los pondrá en peligro y cambiará sus vidas. Alguien los persigue e intentan escapar de aquel espantoso lugar corriendo tanto como sus piernas se lo permiten. Al final logra escapar, pero alguien a quien desconocen termina muerto, un anticuario de su pueblo.
Roberto decide irse a Barcelona y empezar una nueva vida, lejos del miedo y las preocupaciones. Pero Kenya no tiene la misma suerte y debe quedarse con su familia en el pueblo, temiendo constantemente volver a encontrarse con un asesino que no dejó pistas.
Dos años más tarde los dos chicos vuelven a encontrarse y Roberto se da cuenta que las cosas han cambiado, que mientras el ha escapado su amiga ha ido recopilando información para averiguar quien y porque alguien mató al anticuario. Intentando recuperar su amistad, Roberto decide ayudar a su amiga e investigar lo que ocurrió aquella noche de verano.
Una autentica novela de misterio en la que la mayoría de las pistas se encuentran en el cielo, haya en lo alto se ve la vía lactea que guía a los peregrinos hasta Santiago y que ayudará a descubrir que guarda un misterioso tablero del juego de la oca, ese, que ha causado una muerte y que podría seguir haciéndolo a no ser de que alguien lo encuentre.
Kenya y Roberto se embarcan en una apasionante investigación en la que hay muchos intereses: los antiguos templarios desean recuperar el tablero, otros solamente desean descubrir el porque de una muerte y unos pocos, desean poder y dinero.
Pero solo aquel que consiga leer las estrellas logrará descubrir el secreto que hace siglos descubrió un pobre peregrino.
Opinión:
Desde luego no se puede decir que este libro es predecible, o por lo menos a mi no me lo ha parecido, ya que hasta el final no tienes ni idea de quien es el asesino ni de lo que esconde el tablero de la oca. Hay partes que me han gustado, sobre todo aquellas en las que los protagonistas buscaban pistas en casas abandonadas o en cuevas, pero, en mi opinión, mezcla muchas cosas y muchos personajes y hay veces en la que no consigues seguir el hilo de la historia.
A pesar de todo quizás logréis engancharós, sobre todo l@s romantic@s ya que, como no, el amor es lo que logra unir a los personajes, y como dice un refrán : la unión hace la fuerza.
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